Reportaje realizado para la revista XL Semanal número 1211, que documenta el trabajo excepcional que realiza un jabalí adiestrado para buscar trufas en el interior de Castellón.
En esta publicación el fotógrafo también escribió el texto para el reportaje. Os dejamos una parte:
La trufa negra (Tuber melanosporum Vittad.), es un hongo hipogeo, es decir, que desarrolla su ciclo vital bajo el suelo. Vive de forma natural en asociación simbiótica con especies vegetales, siendo, los robles, encinas y avellanos los más comunes, aunque por norma se suele encontrar con más frecuencia asociado a la encina.En España solamente se encuentra en la mitad oriental de la península ibérica, debido a el tipo de suelo que podemos encontrar, existiendo terrenos calizos, que es donde se desarrolla la trufa de forma natural, en la otra mitad, los suelos suelen ser terrenos ácidos donde la trufa no puede crecer.
La trufa negra solo crece en Europa, siendo España, Francia e Italia los mayores productores. A nivel nacional, las comunidades autónomas más importantes son la de Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Precisamente por tener vida subterránea, necesita asociarse con algún animal para que éste, se encargue de dispersar sus esporas y poder explorar otros terrenos, este mecanismo se denomina diseminación zoocoria.De ahí, la importancia del jabalí (Sus scrofa L.), animal superdotado olfativamente y que además, la naturaleza le ha etiquetado como dispersor de la trufa.El jabalí, siente una atracción por el aroma que desprende la trufa cuando está madura en invierno. En realidad, es una estrategia natural de supervivencia del hongo, imita las hormonas sexuales del animal, para que éste no pueda evitar sentirse atraído; el jabalí hoza el terreno hasta dar con ella, comiéndola y dispersando de esta manera las esporas.
Sin lugar a duda, es gracias a esta característica fisiológica de la trufa, que utiliza el aroma como mecanismo de dispersión de sus esporas, la que la ha elevado a diamante negro en la gastronomía más selecta, por su puesto, por su escasez, dificultad para encontrarla, sabor y sobre todo aroma, este hongo se cotiza al alza, llegando a precios de 800-1000€/kg, en determinadas épocas.
Pablo, es uno de los profesores que imparte clases dentro de los distintos cursos de la Escuela de fotografía efedePhoto que tiene su sede en Valencia.